Últimos temas
Página 1 de 1.
Akihiko Kobayashi
Cabecera
Frase
Minimagen

"Por siempre seré el mismo, pase el tiempo que pase, abuela..."
Crecí como uno más de ellos, me educaron sin discriminación alguna. Podrían haberme tomado fácilmente como uno más de esos salvajes demonios debida a mi extraña apariencia, pero no lo hicieron. Quizás, de todas las posibles, aquella aldea y sus habitantes eran casi únicas en todo Japón. No habrían dudado un segundo en cortarme la cabeza de ser "Normales". Me enseñaron a arar la tierra, a sembrarla para cosechar posteriormente frutos que nos darían de comer. Mi abuela me enseñó de valores como la gratitud, la generosidad, la caridad, la educación, el Buen Hacer en general. Y los vecinos me enseñaban a cooperar como uno más de una gran comunidad, a trabajar en equipo, a ser leal sin buscar nada a cambio. Eran días pacíficos, rutinarios, mi futuro a mi parecer no se alejaba de la escena en la que yo trabajaba un terreno de mi propiedad junto a mi familia.
Pero todo se torció. Todo ardió en llamas. Años después, cuando tenía tan sólo 15 años, regresando de hacer la compra en la ciudad vecina junto a mi abuela y cargando el material en mochilas de mimbre a nuestra espalda, pude areciar primero un característico olor a quemado, el cual crecía en intensidad a cada paso que dábamos. Mi abuela no parecía percatarse de ello, hasta que pudimos apreciar una clara hilera de humo flotando entre los árboles cuyas secas ramas estaban cubiertas de nieve. Venía de nuestra aldea.
Nos apresuramos cuanto pudimos pero ya era demasiado tarde. Cada cabaña, cada terreno, en ruinas. Todo aldeano yacía tendido sobre el gélido suelo, el cual estaba manchado con trazas carmesí que provenían de sus cuellos y cuerpos en sí. Algunos decapitados, otros de brazos mutilados. Fue una imagen tan horrorosa que mi expresión se tornó en una de shock mientras rodeaba en mis brazos a mi abuela, la cual temblaba de puro pavor y horror...
Mi abuela se desmayó, no parecía haber digerido bien todo aquello. La sostuve en mis brazos, pero su peso era demasiado al tener a su espalda aquella mochila de mimbre. La despojé de ella y me arrodillé en el suelo para que se recostara en mi regazo. Y como si hubiese estado esperando para ese mismo momento de debilidad y distracción, algo atacó. Fue veloz, como un rayo, tan estruendoso como uno. Notaba una enorme fuerza levantar mi cuerpo y hacerme volar por los aires varios metros de distancia, rodando sobre la nieve al aterrizar y esforzandome por erguirme de nuevo, alerta de una vez. Pero de nuevo, llegué tarde.
Aquel ser inmundo se estaba dando un festín con... con quien en ese entonces llamaba yo "Abuela". Su cuello cubierto de sangre, siendo devorado como si no hubiese un mañana por aquel demonio. Y seguramente yo sería su postre si me quedaba en aquel lugar. Si quería sobrevivir, debía huir. Me erguí de pie, mis piernas temblaban y por un momento hice el amago de voltearme para correr lejos del lugar... Pero ya sea por el frío, que entumecía mis piernas, o por algo dentro de mí, era incapaz de correr lejos de mi abuela. Debía... Debía defender lo que era mío. Y si no podía defenderlo porque ya era demasiado tarde... debía vengarlo.
Era un movimiento suicida. Podría haber muerto de un solo movimiento ajeno ante aquella carga que comencé hacia aquel demonio, quien únicamente tuvo que incorporarse de pie y propinarme una fuerte bofetada que me desequilibró y me lanzó unos pasos más allá, chocando mi espalda con una pila de troncos cortados apegada a una de las incendiadas cabañas. No fue con la suficiente fuerza como para liquidarme, seguramente aquel ser inmundo quería divertirse un poco conmigo antes de finiquitar su trabajo.
Aterricé sin embargo justo al lado de un hacha cuyo filo estaba clavado en aquella pila de troncos. Me fijé de reojo en ella, y al parecer el demonio se fijó también, decidiendo éste acabar con lo que empezó antes de que se le saliese de las manos. Pero de nacimiento, tenía buenos reflejos y un audaz sistema motriz como para dar alcance al mango de aquella hacha y lanzar un tajo frontal hacia aquel ser que se abalanzaba veloz hacia mí. Fue un golpe de suerte, conseguí clavar en su cuello con suficiente fuerza y profundidad el filo del arma para cortar su carga y hacer que se alejara varios pasos de mí, dándome tiempo para incorporarme algo adolorido y empezar a correr.
Estaba muerto, estaría muerto de no haber sido... por aquel cazador. Apareció aún más veloz en escena de lo que hizo anteriormente aquel demonio, y con mayor efectividad aún incluso, ya que al sentir mis cabellos albinos danzar en el aire que produjo su fugaz llegada y voltearme para ver de quién se trataba, el cuerpo del demonio yacía tendido sobre el suelo, decapitado, desvaneciéndose lentamente en la nada... Me había salvado, fuera quien fuese. Era el único superviviente de mi hogar. Estaba sólo.
"... Tienes que ser valiente"
Escuché de pronto aquellas palabras salir de la boca de aquel desconocido, quien me daba la espalda, apenas pudiendo apreciar bien su rostro. Se encontraba a unos 10 pasos de distancia de mí, dejando yo mismo toda la tensión salir de mi cuerpo y por ende cayendo de rodillas ante él. Estaba abrumado, lo había perdido todo. ¿Cómo podría seguir adelante, seguir luchando?
"Sé que tienes miedo. No sabes qué hacer. Yo te diré qué podrías hacer a partir de ahora."
Sus últimas palabras antes de desaparecer fugaz del lugar, dejando flotando en el aire y cayendo sobre la nieve sobre la cual se situaba de pie una nota. Una nota que me detallaba un nombre y una dirección.
Era una señal. No fui capaz de vengar a mi gente como se merecía, lo hizo alguien más. Aún no pagué mi deuda por ellos, no tuve tiempo... Y si quería realmente poner todo en orden, ayudar a quienes más lo necesitaran... Si quería salvar familias y aldeas de una muerte venidera... Si quería dejar mi huella en el mundo, al igual que todos y cada uno de mis vecinos junto a mi abuela hicieron conmigo... Si quería evitar que alguien conociera mi mismo destino y viese su vida quebrada en pedazos en un solo día...
Debía de volverme un Cazador.


Fiesta de Cazadores: Primera Promoción
Todo comenzó con una reunión, una en la cual nos encontraríamos todos o al menos casi todos los graduados de la Prueba Final para ser Cazador en un claro al norte del bosque. Recuerdo aún cómo Goh, mi cuervo, me asustaba en ese entonces y llegaba a hasta huír de él, llegando en medio de mi huída ya sea por casualidad o porque éste me guiaba inconscientemente al punto de encuentro con el resto de Cazadores novicios. Cada uno era real a sí mismo y... realmente eran... "curiosos"...

Alexa es una joven que conocí junto a Kamina en la que sería mi primera misión oficial como Cazador. Es paciente, madura, coherente con sus acciones. Agradable, aunque no crucé mucha palabra con ella en lo que duró nuestra misión, por lo que aún no tengo una opinión fijada de ella.

Un individuo impulsivo, actúa antes que piensa... o quizás piense, pero le parezca bien o no, seguirá actuando. Es enérgico, directo, quizás en ocasiones peque de confiado o maleducado. Pero al final del día, siempre obra en nombre del Bien, tan así que es capaz de subestimar su propio bienestar con tal de alcanzarlo. Alguien muy, muy valiente por ello...

Hana es una cazadora muy agradable y simpática. Cordial, educada... Nos conocimos con un leve tropiezo de mi parte, literalmente. Casi caigo sobre ella... Pero por suerte, pasamos página al momento luego del accidente, y decidimos ayudarnos mutuamente en lo que parecía ser una misión conjunta que tomaría en Kioto...

Esta demonio me dio muchos quebraderos de cabeza desde el mismo instante en el que la vi. Es pícara, juguetona, trata a los humanos como si fueran sus juguetes personales con los cuales divertirse y pasar el rato asesinándolos... ¡Tan vil como cualquier otro demonio que merezca desaparecer de la faz de la Tierra! Aunque, por alguna razón, parece ser que me volví uno de sus "Juguetes favoritos"...

Yumehime me recuerda a mí. Cuando trato con ella, siento como si tratara conmigo mismo, con ese Yo verdadero que se esconde dentro de mí, y que tanto me esfuerzo por ocultar con... una fachada mal conseguida de "Valentía" o Coraje. Es de lágrima fácil, el miedo le puede colapsar muy seguido. Pero aún con ello, es una cazadora de asombrosas capacidades y que, sin ella, no hubiese conseguido plantarle cara al demonio al que enfrentamos entre ambos en el Festival de los Cometas.

Este engendro del infierno apareció de la nada en el bosque cercano a la ciudad donde tomaría lugar el Festival de los Cometas. Yo, junto a otros cazadores, fuí asignado como "guardia" de dicho evento. Y no tardé en poner a prueba mis capacidades ante aquel deber frente a este demonio. Pícaro, hasta carismático, con cierto don para la palabrería en mitad del combate. Me ponían de los nervios sus constantes comentarios en medio de la acción. Acabó huyendo a última hora de mí y Yumehime.

Mei... Es una Cazadora que por pura fortuna conocí en mi subida al Monte Saori, la Montaña de los Deseos. En un principio, ella me buscaba pensando que era un mero niño, un irresponsable infante que se aventuraba a escalar una montaña como aquella en medio de la noche. Y realmente, menos mal que llego a acompañarme aquella noche la mayor... Una ventisca nos llegó a forzar a tomar guarida en una cueva en la cual nos refugiamos hasta que amainara la tormenta, ocupándome al curar la herida que tenía en su hombro por alguna razón. Luego, derrumbes del sendero y hasta una avalancha se interponían en nuestro camino... Y mucho más que quedaría por descubrir en esta historia.
Es una mujer protectora, me siento... seguro a su lado. Hasta juró protegerme y, siempre que recuerdo aquello, una calidez cómoda asoma en mi interior. En nada de tiempo, creo que se ha vuelto un pilar importante para mí. Necesito pagarle de vuelta la protección y preocupación que me devota siempre, con la misma moneda.

Considero que es una mujer muy, MUY intimidante. Creo que tiene un pasado oscuro, o más bien lleno de batallas y duelos que disputó. Su misma apariencia parece lucir con cierto orgullo las cicatrices que dejaron tiempos pasados. Es una cazadora firme, brusca y cortante, pero conmigo se mantuvo cordial y hasta... hasta amigable. Me extrañó aquello, pensé que quizás me tomaría por un "molesto mocoso del que se tendría que hacer cargo" al realizar la misión en la que nos conocimos juntos. Pero nada más lejos de la realidad, se mantuvo siempre cooperativa. Debería de aprender de ella a la hora de mostrarme intimidante... ¡Hasta ahora, no conseguí el efecto que sus meras palabras tienen sobre los demás!

Una mujer agradable, de trato muy cordial, cálido, cercano. Nos conocimos una noche en la que ella fue asaltada por una demonio a la cual perseguía por Kioto para darle caza, salvándola por los pelos de su ataque y, como agradecimiento, la mayor decidió ofrecerme cobijo en su casa junto a su hermano menor. Se trata de una herrera leal y confiable, o al menos, eso me ha parecido de momento...

Luego de conocer a tantas personas, no tardé en lanzarme de lleno a una misión que, si bien en un principio no parecía abarcar más allá de lo mundano... Terminó por convertirse en un punto relevante a lo largo de mi recorrido como Cazador. Una noche que marcaría un Antes y un Después para mí. La noche en la que al fin conocería a la mujer culpable de que de bebé hubiese sido abandonado en un bosque, aún sin yo siquiera saber si se trataba realmente de mi madre, o de una lunática religiosa que me robó del seno familiar. La noche en la que me encontraría por primera vez con quien considero hoy día que es mi "Némesis", el demonio de máscara roja que asaltó aquel vagón de tren y, si bien evité que se cobrara con sus actos vida alguna más allá de aquella mujer misteriosa...
Aún está por ahí, suelto. Culpable de las cicatrices que mi rostro carga consigo desde aquella cruenta velada, viéndome obligado a cubrir parte de mi rostro con un pañuelo como forma de mantener a salvo mi comodidad personal ante miradas ajenas. Aún no estaba orgulloso de las cicatrices de mi rostro. Son una muestra de mi incompetencia, del error que supuso dejar un trabajo sin terminar a tiempo. Para poder tener mi orgullo propio de regreso, sentirme más "Valiente"...
Tendría que dar con aquel dichoso demonio, y terminar con lo que había empezado aquella noche.
Cabecera : Minimagen : Frase : Being deeply loved by someone gives you strength, while loving someone deeply gives you courage. Success is not final, failure is not fatal: it is the courage to continue that counts. Imagenbot : Mensajes : 147 Yenes : ¥1355 Reputacion : 0000 Discord : - Edad : 17 años Nacionalidad : Japonés Sexualidad : Heterosexual Pareja : - Competencia : Aliento de la Ceniza Innato : Oído Nivel : Rango 5 Fuerza : 19 Velocidad : 18 Defensa : 9 Percepcion : 9 Especial : 9 Recurso : 145 Inventario : Medallero :

Mensajes
Yenes
Reputacion
Discord
Edad
Nacionalidad
Sexualidad
Pareja
Competencia
Innato
Nivel
SlayeR
Expositor
Tecnicas_de_percepcion
Alientolink
Especialidadlink
Imagenbot
Inventario
Medallero
Diario aceptado
Cabecera : Minimagen : Frase : Vive con orgullo y la frente en alto.
Si te ves abatido por tu debilidad y tus miedos, llena de coraje tu corazón, ármate de valentía y continua tu camino.
Aun si te detienes en tu camino y te acobardas, no detendrás el flujo del tiempo.
Que el hecho de que estamos llegando a nuestro final, no sea causa de tu tristeza.Imagenbot : Mensajes : 1259 Yenes : ¥50 Reputacion : 0000 Discord : - Edad : - Nacionalidad : - Sexualidad : - Pareja : - Innato : - Nivel : Administrador Fuerza : 00 Velocidad : 00 Defensa : 00 Percepcion : 00 Especial : 00 Recurso : 00 Inventario : Medallero :

Mensajes
Yenes
Reputacion
Discord
Edad
Nacionalidad
Sexualidad
Pareja
Competencia
Innato
Nivel
StafF
Expositor
Tecnicas_de_percepcion
Alientolink
Especialidadlink
Imagenbot
Inventario
Medallero
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
por The bad
por Astrid Ainsworth
por Aoyama Masae
por Konoe Yashiro
por The ugly
por The ugly
por The ugly
por The ugly
por The ugly
por The ugly